25.5.22

Un piano en otoño

 

                                             a Bill Evans

Desde esa cárcel de vinilo
tus manos
transforman la música
del mundo
en una misteriosa
armonía impresionista 

Puedo verte
inclinado sobre el teclado
acariciándolo suavemente
Tus dedos intermediando
entre una selva de sonidos
y encontrando siempre
algo nuevo 

Una expresión sonora
que también puede ser
una plegaria.
 

Francisco Alberto Chiroleu, Rosario -Santa Fe-, Argentina
De "Espejo Negro", recientemente publicado.
Entrevista al autor:  http://lexia.com.ar/Reportaje_chiroleu.html

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hermoso, me encanta!!!!

Silvia Posse.

Santiago M. dijo...

Muy buen cierre, interesante.

Gaby Strauss dijo...

Es precioso!! el poema trasmite esa fluidez musical.

Héctor Pinilla dijo...

El ritmo poético armoniza con una grata cadencia.

Anselmo dijo...

Nostalgioso.

Analía Pascaner dijo...

Me encantó tu poema, gracias Francisco.
Mi abrazo