22.7.22

III

 

Tenemos los ojos polvorientos

como la mirada de un tren de carga.

Cada día, alguien arroja

bultos a nuestros ojos.

Y, al atardecer, quedan en alguna estación

                                                                          / muda.

Entonces los ojos, hechos para lo porvenir,

viven como si estuvieran cerrados,

cosidos entre dos riberas.

 

Habrá que aprender a mirar con las manos,

con los pies, con el revés de la memoria.

Habrá que lavar lo visto

 

y tenderlo al sol, aunque nos ciegue.


Patricia Coto, La Plata -Buenos Aires-, Argentina
De “Libro de navegación”.
Reportajehttps://lexia.com.ar/Reportaje_Patricia_Coto.html 

6 comentarios:

Santiago M. dijo...

Fantástico. Increíblemente metafórico!!

Marisol Mounier dijo...

Es un poema admirable... una exhortación.

Eli More dijo...

Tremendamente hermoso, felicitaciones!

Andrea Pedeval dijo...

Bella combinación de fluidez y cadencia.

Fernando Irazusta dijo...

Qué bueno! Unas metáforas y un lirismo impresionantes!!!

Anónimo dijo...

Es precioso, gracias!
Griselda Roldán