En la playa de estacionamiento
Iba a arrancar el auto aquella tarde
cuando una mariposa,
que apareció de la nada,
se puso a danzar sobre el parabrisas.
"Es el espíritu encarnado de Chuang Tzu
que preanuncia el estío",
exclamó mi acompañante.
Y yo le creí,
porque basta amar la poesía
para ser sorprendido por algún milagro.
de César Cantoni, La Plata -Buenos Aires-, Argentina
De su libro "Diario de paso".
Entrevista al autor: http://www.lexia.com.ar/Reportaje_Cesar_Cantoni.html
2 comentarios:
Y como probablemente también diría, basta amar la poesía para provocar la alegría de las mariposas.
Este es un bellísimo poema. Malala
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