Y si hubiera nacido hombre
habría sido marinero
con una azul mortaja como lecho.
Madre, no me dijiste nunca
que había que pagar un precio
para hablar con las flores.
Detrás de tantas ventanas
las mujeres se peinan para recibirlos.
No me enseñaste nunca
que había que pagar un precio
por haber nacido mujer
y marinera.
Mi amor a punto de morir
no sabe
que amo únicamente ahora
que no hay vientre ni ola ni deseo.
Mi amor a punto de morir
no sabe
que únicamente lo amo porque muere
y quedo libre de todo excepto
de escribirlo
eligiendo los momentos del goce
como un conquistador antes del oro.
Mi amor no sabe
que el único al que amé
fue aquel marino de la fotografía
que jamás conocí.
Porque me enamoraba únicamente
de los derrotados.
Porque habrá naufragado
con una azul mortaja como lecho.
Porque sus ojos eran huérfanos
como los míos,
sucios de tormentas y remedios solitarios
contra el amor, la blandura,
la nostalgia de tierra.
Madre, no me enseñaste nunca
a ordenar mis pedazos
Me dejaste cortarme, cortarme,
con cuchillos de mar y de ventanas.
«Las mujeres se peinan, decías,
para recibirlos.»
Paulina Vínderman, CABA, Argentina
De “La balada de Cordelia”.
Artículo: https://www.lanacion.com.ar/cultura/como-escribe-paulina-vinderman-poeta-decada-gano-nid2310602?fbclid=IwAR2TPJL_wDQNNREhnQuhG2cBpc5tZPYjvpn-RFC2bryEP3n5IejP4-lVrWU
6 comentarios:
¡Cómo me gusta la poética de este libro, es hermoso!
Eli More
Bellísimo poema que conlleva un mensaje de enorme potencialidad.
Muy buen retrato de otros tiempos. Felicitaciones.
Excelentes imágenes.
Pienso que el recurso de estar sostenido por una cadencia acorde a la historia fortalece el peso de cada verso.
¡Muy buenos poemas los cinco!
Felicitaciones por la elección y gracias por compartirlos.
Saludos cordiales.
C.
En las palabras de Paulina, encuentro lucidez que resuena todavía, no exenta de ternura!
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