Desnudo te enseño mis poemas. Uno
a uno mis silencios.
Tiene rostro mi dolor. Existe. No quisiera hablar pero lo
hago. No sé del sol. El mar es una sombra encendida.
Mi habitación, una cajita musical. Un fuego.
Tiene rostro mi dolor. Existe. No quisiera hablar pero lo
hago. No sé del sol. El mar es una sombra encendida.
Mi habitación, una cajita musical. Un fuego.
Jorge Curinao, Río Gallegos -Santa
Cruz-, Argentina
De "Plegarias del humo".
Su sitio: http://jorgecurinao.blogspot.comEntrevista: https://revistakundra.wordpress.com/2018/03/10/jorge-curinao/
4 comentarios:
Silencio, dolor, encierro en su habitación (pequeña como una cajita de música)... todo existe y todo converge en un fuego.
Así es, muy interesante!!!
Perentorio.
¡Cuánto lirismo en este poema!Cada imagen nos atraviesa "El mar es una sombra encendida"
Mucho dolor transmutado en una alquimia que lo trasciende.
Lo disfruté mucho
Irene Marks
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