En esta plaza brumosa, raleada,
estoy solo con los pájaros
−alas oscuras, casi quietos,
chistar agudo−.
Pasa gente con aire distraído
y gesto triste,
hamacando los hombros,
mirando hacia los árboles.
Gente sola, de sino y ropas pobres.
Caracas o Guarenas parecieran estar
a la vuelta,
pero no. Es éste el primer mundo
con sus caños oxidados
que gotean
en el patio y en los techos
y con el dolor también
(no digas que no)
entre las vértebras.
Y el murmullo, sí,
que va poblando los instantes.
Eduardo Dalter, San Justo -Bs.Aires-, Argentina
De "N.Y. Postales para enviar a los amigos".
Más poemas del autor: http://www.paginadepoesia.com.ar/arg_dalter.html
estoy solo con los pájaros
−alas oscuras, casi quietos,
chistar agudo−.
Pasa gente con aire distraído
y gesto triste,
hamacando los hombros,
mirando hacia los árboles.
Gente sola, de sino y ropas pobres.
Caracas o Guarenas parecieran estar
a la vuelta,
pero no. Es éste el primer mundo
con sus caños oxidados
que gotean
en el patio y en los techos
y con el dolor también
(no digas que no)
entre las vértebras.
Y el murmullo, sí,
que va poblando los instantes.
Eduardo Dalter, San Justo -Bs.Aires-, Argentina
De "N.Y. Postales para enviar a los amigos".
Más poemas del autor: http://www.paginadepoesia.com.ar/arg_dalter.html
6 comentarios:
Muy buen registro de una mirada atenta y lúcida.
Qué testimonio lírico tan interesante!
Una visión objetiva y aguda, así parece.
Sorprendente.
Gracias, da mucho para pensar.
Marta Colomaro.
Eduardo querido amigo:
Siempre es un placer encontrar tus letras. Muchas gracias por tu sentido y reflexivo poema. Gracias Lina.
Mi abrazo y mis mejores deseos siempre.
Publicar un comentario