Estoy harta del gris de los andenes
de los atardeceres grises que fagocitan la ciudad
de las garúas que se suicidan sobre el asfalto
de los otoños grises por no atreverse al oro
y de los grises desvelos de la culpa.
Estoy harta de los pensamientos grises,
de las hostias grises que se duermen en mi paladar,
del gris de tu ausencia, porque no te atreves,
del gusto a gris que tapiza mi boca cuando bebo la vida.
Estoy harta del gris de los gorriones
de los balcones grises que abortan golondrinas
de los escombros que se devoran los pasos vacilantes del miedo,
de las sombras grises que exterminan la inocencia
de la escarcha gris, puñal de madrugadas.
Estoy harta de los grises zaguanes paridores de silencio
del gris de las plegarias que se encadenan en mi lengua
y de las promesas grises que demoran la dicha de amar.
Gladys Abilar, Chilecito -La Rioja-/ Buenos Aires,
Argentina
De “La mirada invicta”.
Su sitio: https://gladysabilar.com.ar/
Artículo: http://www.diariosiriolibanes.com.ar/Secciones/Literatura/Gladys-Abilar-Embajadora-del-Idioma-Español
7 comentarios:
Increíble mirada, aguda y profunda. Gracias.
Ni blanco ni negro: el gris en su punto justo. ¡Excelente!
Ortiz Figueras
Ya sea del tono que fuere, resulta muy interesante esta desmitificación del color gris.
Precioso poema. No solo cuenta el gris sino su profundidad.
Profundo poema , el gris atraviesa la vida en su hondura silenciosa, sin opacar los destellos multicolores que nos ofrecen los días.Bello.
Bellas imágenes en tu poema, y tanta desesperanza!
Gracias Gladys
Me encantó. Marta
Publicar un comentario