El
humo de una pipa
fue
el ritual de mi infancia.
La
niebla que mi padre esparcía.
El
aroma era un intruso bienvenido,
un
asombro develado entre las ropas.
Había
un poco de mi padre en los estantes,
en
los vasos, los sillones, los espejos.
La
memoria de ese olor y de esa nube
es
obstinada como la marea,
sanadora
como un mantra.
Hay
un poco de mi padre
en
cada pipa que veo.
Y
en el cuadro de Magritte.
Y en los surcos de mi frente.
A Ribó
in
memoriam
Osvaldo Rossi, Buenos Aires, Argentina
De “Un resplandor en la ceniza”.
Más: http://abordajespoeticos.blogspot.com/2015/10/encuentro-especial-con-el-poeta-osvaldo.html
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12 comentarios:
Muy bello, bellísimo poema. ¡Felicitaciones y gracias!
Esa cadencia conjuga de maravillas con la niebla del poema y su espléndido final.
Cuánta ternura y sensibilidad!
Cecilia Gentile
Admirable.
Fabuloso! La revelación de un alma cobijada por el sentido vaporoso de esa niebla.
Ciertamente formidable.
Muchas gracias por la publicación.
Y gracias a quienes tuvieron la gentileza de comentarla.
aroma de misterio. asdí es tu poema. susana zazzetti.
Muy bello poema, Osvaldo. Pocas imágenes tan evocadoras y persistentes como las olfativas. Honda emoción en el recuerdo permanente.
Gracias, Susana. Gracias Magda. Osvaldo
Felicitaciones poeta!
Martha Grondona
Gracias, Martha. Osvaldo
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