Comprendí
que eras la ausencia.
El
deseo de desearte.
Tal vez te nombre en la noche aturdida
de verano
cuando
la luna llena,
definitivamente,
me abra su morada.
Sueño
ser el ángel que conquistó el corazón
de un sueño.
Marizel Estonllo, Buenos Aires, Argentina
De “El enigma de un pájaro exiliado”.
Más: http://ciudadanolatinoamericano.blogspot.com/2012/12/rapsoda-de-marizel-estonllo.html
4 comentarios:
Felicitaciones por este poema tan encantador.
Sublime.
Qué poema, cuánta sutileza... En fin, es una delicia!
Bello, muy bello!!!
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