24.11.21

Casida del roble y la princesa

 

Vuelvo al bosque entre lloviznas.
Toco la orilla de la mar,
la lozana niebla de la espuma.
En este lugar las hadas,
el surco de la noche,
la frente súbitamente bella y encendida.
Atravieso el gozo junto a pájaros
que bordean la hierba.
Las ramas en los labios llaman divinidades.
Fina arenilla de verano asomada.
¿Dónde termina el viaje?
¿En cuál eternidad adentrarse?

Carlos Penelas, Buenos Aires, Argentina
De "El huésped y el olvido".
Sitio del autor: http://www.carlospenelas.com

5 comentarios:

Anselmo dijo...

Cadencioso.

Anónimo dijo...

Muy lindo, me encanta! Anita Soleniuk.

El AnVerso dijo...

Orilla, borde, las arenillas que asoman en el tiempo..., todo nos va guiando hacia la duda final. Excelente.

Mariano Olivero dijo...

Tal como "el surco de la noche". Espléndido.

Analía Pascaner dijo...

Reflexivo y atrapante ese final, Carlos. Muchas gracias.