Vuelvo al bosque entre lloviznas.
Toco la orilla de la mar,
la lozana niebla de la espuma.
En este lugar las hadas,
el surco de la noche,
la frente súbitamente bella y encendida.
Atravieso el gozo junto a pájaros
que bordean la hierba.
Las ramas en los labios llaman divinidades.
Fina arenilla de verano asomada.
¿Dónde termina el viaje?
¿En cuál eternidad adentrarse?
Carlos Penelas, Buenos
Aires, Argentina
De "El huésped y el olvido".
Sitio
del autor: http://www.carlospenelas.com
5 comentarios:
Cadencioso.
Muy lindo, me encanta! Anita Soleniuk.
Orilla, borde, las arenillas que asoman en el tiempo..., todo nos va guiando hacia la duda final. Excelente.
Tal como "el surco de la noche". Espléndido.
Reflexivo y atrapante ese final, Carlos. Muchas gracias.
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